Los viernes suelo dedicarlos a mi descanso semanal y esta vez ha caído el 1 de noviembre, fiesta laboral. Me he dado un paseito por un rincón desconocido cerca de Lliria por recomendación de un amigo que citó el sitio hace unos días hablando de "tonterías" de la vida.
Es el Parc de sant Vicent, un rinconcito a las afueras de Lliria, por la carretera a Olocau.
Desde Valencia se tardan unos 15/20 minutos. Hacía un día espléndido, con un sol radiante que no molestaba.
Cuenta la historia que llamaron a sant Vicent, que estaba por la parte alicantina de la vall de Albaida porque tenía fama de milagrero y el alcalde quería probar... el riachuelo estaba seco. Desde entonces brota el agua cada día sin parar.
Los vecinos de la comarca la utilizan también para regar.
Es un parque estupendo, grandecito, muy bien cuidado y a media mañana ya empezaba a llenarse de familias con críos (hijos y nietos) para pasar el día. Todos con sus bolsas de comidas y sus mesas plegables. Parecía que iba a haber un partido de champions o el master de London... Si en el parkin no había unos 100 coches, no había ninguno...
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